"Oración por Nilton"
Francisco ‘Pancho’ Estevez
Una rosa roja en la mortaja
una estrella prendida de revoluciones
todavía te discuto
que era temprano para morir
una barba incontinente
abrigo de viejas solidaridades
zapatones de frío y calle
colihue de las banderas
entre O´Higgins y San Martín
fue derramada tu tinta temeraria
colmada de versos sin escribir
pletórica de panfletos
sin la imprenta de tus manos
inútilmente
todavía te discuto
que era muy temprano para morir
de risas y declamas
andante de cordilleras
siervo y caballero
luna de sol en la selva
atila de la burguesía
romeo de las burguesas
ausente de los repasos gramaticales
destripador de asambleas
tus compañeros de latitud
y tus amantes de longitudes
te alzaron sobre sus hombros
y caminando mil distancias
llegaron contigo a la misma
lavandería de valle grande
para velar tu poesía incólume
infructuosamente
todavía te discuto
que era muy temprano para morir
si naciste para tareas imposibles
como deshollinador de volcanes
o contrabandear camellos en el cielo
tú que sabías cultivar plantas de fuego
en jardines de carbón y llama fulgurante
y hacer cenizas de papel moneda
y forjar edificios proletarios
vengo todos los años
a tu cementerio de elefantes
y solo por el gusto de contradecirte
todavía te discuto
que era muy temprano para morir.
Para Nilton da Silva Rosa, nativo del Brasil como el jacarandá, a quien una bala de carnicería , el 15 de junio de 1973, lo hizo caer exánime antes de su último examen de castellano.
|
10 |
“A história me precede e se antecipa à minha reflexão. Pertenço à história antes de pertencer a mim mesmo”.
RICOEUR, Paul. Interpretação e ideologias. Rio de Janeiro: Livraria Francisco Alves Editora S.A., 1977, p. 39.